Hay personas que prefieren una taza de té, mientras que otros sólo disfrutan del café, pero ya se sabe que sobre gustos no hay nada escrito. Por lo menos, eso era lo que se creía hasta el momento, ya que existen nuevos estudios que afirman que la decisión sobre el gusto puede estar definida en tus genes.
Ambas bebidas están conformadas por componentes de sabor amargo, los cuales son los encargados de otorgar ese sabor característico. Uno de ellos es la cafeína. En cuanto al café, hay una sustancia denominada quinina que también es una sustancia amarga.
Investigadores de Estados Unidos de América y Australia, han llevado a cabo una investigación que ha arrojado como resultado que los genes que tienen relación con la percepción de los sabores amargos tienen influencia en los gustos y las preferencias de las personas, en cuanto a consumir café o té.
El equipo de investigación australiano afirma que, en el pasado, ya se habían llevado a cabo estudios, en los que se determinaba que algunos factores heredados tienen un papel importante en la cantidad de café o té que consuma una persona.
El estudio se llevó a cabo analizando la relación entre el consumo del café, té y alcohol con los genes receptores del sabor, en relación con tres sustancias diferentes: cafeína, quinina y propiluracilo. Uno de los resultados publicados es que las personas que poseen variaciones genéticas en los receptores del sabor amargo tienen mayor sensibilidad a la cafeína, lo que se traduce en un 20 % de probabilidad de consumir más de tres tazas de café por día.
Lo mismo sucede en el caso contrario. Las personas con variaciones genéticas en cuanto a la quinina tienen un mayor porcentaje en consumir hasta cinco tazas de té diarias. El estudio no fue capaz de aclarar, cuáles son las razones de estas conexiones, pero si mostraron claras relaciones. Lo cierto, es que la ciencia continúa su avance y cada vez, tendremos más claro el porqué de nuestros gustos.