Uno de los motivos por los que tomamos café a lo largo del día es por su capacidad para despertar nuestros sentidos, mejorar nuestros reflejos y por ese aporte extra de energía que nos ayuda a sobrellevar el resto de la jornada más fácilmente. Pero ¿alguna vez te has preguntado por qué el café tiene un efecto diferente en ti que en otras personas de tu entorno?
Seguro que conocer a alguien que te dice que no toma café por la tarde porque por la noche no puede dormir, o incluso a gente tan sensible a la cafeína que una simple Coca Cola le impide descansar por la noche. Y luego estás tú, yo y otros tantos que podemos beber varias tazas de café sin inmutarnos.
Para averiguar por qué cada persona reacciona de forma diferente a los componentes químicos del café se ha realizado un estudio en la Universidad de Harvard donde se han investigado los datos de consumo de 120.000 personas que beben café a diario.
El resultado de esta investigación refleja que existe una relación directa entre algunos genes y el efecto que tiene el café en nuestro organismo. En concreto, hablamos de los genes BDNF y SLC6A4, que forman parte del sistema nervioso y tienen mucho que ver en la forma en la que la cafeína influye en el cerebro.
Otro de los resultados es que hay ciertos grupos genéticos en los que la metabolización de la glucosa y el consumo de cafeína son tan diferentes que se puede incluso predecir una relación entre el consumo actual y la necesidad de tomar más cantidad en el futuro para satisfacer al organismo.
Los beneficios del café en el organismo son muchos, pero no deja de ser curioso que en algunas personas una taza de café tenga un efecto diferente que en otras.