A lo largo de los años hemos ido desgranando poco a poco las propiedades del café y todos sus beneficios para nuestro organismo. Pero el café es bueno para las personas no sólo cuando lo bebemos, sino que también se utiliza como ingrediente principal en numerosos productos cosméticos para cuidar la piel.
Los antioxidantes del café y la combinación de sus minerales lo hacen una bebida única. El café estimula la producción de colágeno y hace la piel más flexible, contribuyendo a la reparación de los tejidos.
Algunas de las mascarillas naturales de café para el rostro más conocidas son:
Tritura una cucharada de café instantáneo hasta que se haga polvo homogéneo y añade dos cucharadas de vitamina E (se compra en la farmacia en gotas o en cápsulas). Mezcla todo y aplica sobre el rostro durante 10 minutos. Después enjuágate la cara con agua fría.
Necesitarás 3 cucharadas de café molino muy fino, 4 cucharadas de leche entera (debe quedar una consistencia parecida al yogur) y un par de gotas de aceite de oliva. Se coloca sobre la zona que se quiere exfoliar y se deja 20 minutos antes de comenzar a retirar dando un masaje suave. Después seca la cara con una toalla limpia.
Por otro lado, el Journal of the National Cancer Center ha descubierto que tomar 3 tazas de café al día reduce el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer como el de piel hasta en un 20%. Así que, si además de beberlo lo utilizamos para mejorar la salud exterior de la piel, potenciaremos su efecto beneficioso.
Los dermatólogos advierten que la piel hay que cuidarla cuanto antes si queremos retrasar los signos del envejecimiento. No sirve comenzar a aplicarse crema cuando ya han aparecido las arrugas, el mejor tratamiento es la prevención e integrar el cuidado de la piel como parte de nuestra rutina de higiene diaria.