Según los últimos datos en materia de consumo, el café es la segunda bebida más consumida en el mundo, únicamente superada por el agua potable, aunque presenta la particularidad de que se ha ido adaptando a la cultura y gustos de cada territorio.
Por eso, en los últimos años, entre los millones de personas atraídas por el café y los viajes, se está extendiendo el interés por la realización de actividades turísticas relacionadas con su plantación, producción y comercialización en los distintos países.
Al igual que ocurrió anteriormente, por ejemplo, con el turismo asociado al vino (o enoturismo), el ‘turismo cafetero’, como lo podríamos llamar, está dirigido a poner en valor los centros de producción y espacios emblemáticos relacionados con el café en todo el mundo, permitiendo además a los visitantes, degustar las muy distintas variedades que se producen en cada destino turístico.
Así, en las siguientes líneas te invitamos a dar con nosotros la vuelta al mundo en una taza de café, destacando aquellos rincones imprescindibles para los verdaderos amantes de esta bebida ancestral:
Colombia; es considerado, a nivel mundial, como el país con una relación más estrecha con este producto, hasta el punto de considerar el término ‘cafetero’ como un gentilicio más de los colombianos.
De hecho, el paisaje y cultura del café en Colombia ha sido reconocido recientemente como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, lo que ha contribuido al desarrollo de un gran número de rutas turísticas, concebidas para visitar los cafetales y sumergirnos en su particular proceso de elaboración.
Brasil; pasa por ser la primera potencia en la exportación de café, ya que produce cerca de un tercio de la producción total del planeta.
Sin embargo, la mayor parte de este mérito lo tiene el Estado de Pará, al norte del país, donde se concentran plantaciones interminables, en las que ya es posible organizar estancias, paseos y rutas de enorme interés turístico, siendo imprescindible, además, la visita a establecimientos tradicionales de ciudades como Belem o Sao Paulo.
Costa Rica; este país centroamericano goza de unas condiciones climáticas privilegiadas para la producción de café, lo que supone un reclamo turístico más para un territorio de un enorme atractivo en cuanto a riqueza natural y biodiversidad.
Indonesia; concentra una gran parte de la producción de café procedente de Asia, destacando los enclaves situados en la provincia de Aceh, en el extremo norte de la Isla de Sumatra.
El elemento distintivo del café indonesio radica en que cada isla presenta unas condiciones climáticas propias, que influyen en las características y variedades de la producción cafetera del país.
Etiopía; considerada por los expertos como la cuna del café arábigo, sigue siendo el mayor productor y exportador de todo el continente africano.
Su producción se concentra en valles de enorme atractivo, situados a una altitud comprendida entre los 1.500 y 2.200 metros, gestionados por cooperativas de carácter local.
Y tú, ¿qué otros destinos cafeteros nos recomiendas?