IBM está explorando opciones para diversificar su negocio y reducir su dependencia de las ventas de hardware. En un mercado en el que gigantes de la tecnología están cayendo como moscas ante la presión de las start-ups, IBM quiere repartir café con drones y sumarse a una tendencia autómata que no deja de crecer en todo el mundo.
La industria del café está demostrando una fortaleza inusual que no solo ha superado el cambio generacional sino que se ha hecho más popular entre los jóvenes, hasta el punto de que el café ha desplazado al vino y la cerveza como bebida favorita de los millenials.
¿Cuántos de vosotros tenéis hijos o amigos de 18-25 años que suelan comer a diario con vino en casa? Incluso el consumo de cerveza se deja para ocasiones más especiales o para las reuniones sociales y los restaurantes. Sin embargo, no hay universidad, centro de estudios o empresa que pueda pasar sin una máquina de café.
La patente de IBM para repartir café con drones ha sido registrada en la Oficina de Pantentes de Estados Unidos y, entre otras características, destacan los sensores biométricos que identifican a la persona que ha ordenado el café, el sistema de cámaras, un sistema para detectar a los trabajadores de la empresa, compatibilidad con una app móvil o incluso sensores que detectan la dilatación de las pupilas.
La idea de este proyecto es que las empresas grandes puedan proveer con café recién hecho a todos sus trabajadores sin que estos tengan que desplazarse a la zona de cafetería o descanso. Ya que, en muchas ocasiones estamos tan inundados de trabajo que no podemos ausentarnos de nuestro puesto y no podemos acudir a por nuestro café.