La Organización Internacional del Café ha señalado que la producción de café se ha duplicado en los últimos 35 años a nivel mundial, pasando de los 5.000 millones a principios de los años 80 a los casi 10.000 del año pasado.
El consumo está aumentando a un ritmo estable y ha superado a la producción de café de este año, una situación cada vez más frecuente debido a la reducción de las zonas de plantación por el cambio climático.
Otro factor que está provocando el aumento de la demanda de forma drástica es que las nuevas generaciones han desplazado el consumo de cerveza y vino por el café como bebida social favorita.
De hecho, la generación millenial ha revitalizado el negocio de las cafeterías y las ha convertido en una piedra angular en su pilar de socialización. Mientras que la generación de nuestros padres y nuestros abuelos tenían la costumbre de salir a tomar vino o cerveza con sus amigos o compañeros del trabajo, la gente joven prefiere tomar café y bebidas naturales.
El cambio de tendencia es tan acusado que el sector vinícola y los principales fabricantes de cerveza están intentando crear una campaña para reducir el impacto que el cambio generacional tendrá en sus cuentas de resultados en los próximos 10 o 15 años.
Culturalmente el café ha conseguido posicionarse como un artículo de deseo, que representa los valores de una sociedad que vive a toda velocidad y que disfruta con esa dosis extra de energía y con una bebida que tiene un aroma que despierta nuestros sentidos. El café inunda las series de televisión y las películas, se integra en la trama de los protagonistas y se convierte en un elemento más.
¿Cuántas series de televisión conoces donde gran parte de la trama se desarrolla en una cafetería? Friends, Cómo conocí a vuestra madre (How I Meet Your Mother), Pequeñas Mentirosas (Pretty Litte Liars), Sexo en Nueva York (Sex and the City), Twin Peaks o Camera Café, donde el 100% de la serie era frente a una máquina vending de café.