Adaptarse o morir, esa es la cuestión en las situaciones más críticas y la que ha generado el COVID-19 en todo el mundo es, sin duda, una de las más graves de las últimas décadas.
Los sectores comerciales tienen la necesidad de adaptarse y el vending ha sido uno de los que mejor está demostrando hacerlo.
Esta adaptación ha traído consigo ventajas competitivas, que, aunque sea a largo plazo, podrían impulsar el mercado.
De momento, el sector ya ha superado el 50% de su actividad y se identifica un aceleramiento, gracias a medidas innovadoras como nuevos productos en su oferta y desarrollos.
Tanto en el ajetreo de una oficina, como en cualquier momento de tiempo libre, hemos dado prioridad a las bebidas y comidas para llevar. Los consumidores quieren el producto, pero prefieren disfrutar de él en un lugar más seguro que la calle o una cafetería de empresa.
El vending tiene una clara ventaja en este ámbito. Garantiza poder disfrutar del producto, al mismo tiempo que ofrece la seguridad sanitaria óptima. Desde un café hasta un sándwich, todo está perfectamente protegido y se ofrece al consumidor con plena seguridad, para que no corra riesgo alguno.
La crisis sanitaria ha generado una demanda de productos creciente, como los geles desinfectantes, guantes, mascarillas, etc. Productos que las máquinas de vending pueden comercializar y satisfacer con máquinas de vending que expenden EPIS o productos de parafarmacias.
El vending tiene todo a su favor en este sentido. Puede estar ubicado en espacios apropiados para gente que, por urgencia o necesidad, requiera de estos productos. Puede ofrecerlos con toda la seguridad que actualmente se precisa. Todo ello con precios asequibles que garantizan su competitividad.
Como en cualquier otro sector profesional, el vending también se ha tenido que volcar en la adaptación de medidas sanitarias, para ofrecer el servicio de siempre a sus consumidores, reduciendo al mínimo posible el riesgo de contagio.
La noticia positiva que se extrae de la experiencia es que las características del vending han permitido esta adaptación gracias a desarrollos como Distance Selection, que permite al usuario seleccionar producto sin la necesidad de tocar la pantalla.