El consumo nacional de yogur era de 739 millones de kilos en 2011, en 2016 esta cifra bajó a 673 millones de kilos y la Organización Interprofesional Láctea alerta de las consecuencias para la salud que tiene la sustitución de este alimento por otros menos saludables.
La reducción del consumo de uno de los alimentos más saludables de nuestra dieta como es el yogur puede potenciar la aparición de casos de diabetes, obesidad o mal-absorción intestinal. Y es que, su alta densidad nutricional con calcio, vitaminas A, B y D, así como las bacterias naturales del yogur, hacen que sea uno de los alimentos que protege nuestro sistema digestivo y nos ayuda a mantener la flora intestinal sana.
La fortaleza del vending y su incorporación en mercados como los centros escolares, hospitales, oficinas y su expansión por todo el territorio nacional lo convierten en una de las mejores estrategias para mejorar las cifras del consumo de yogur.
Y es que, el vending no sólo se ha adaptado para poder distribuir cualquier tipo de producto, sino que los propios productores de yogur están creando nuevas alternativas al yogur tradicional de cuchara, como el yogur líquido que se puede tomar como si fuera un refresco de camino al trabajo o en el patio del colegio.
No obstante, el consumo entre comunidades puede variar hasta en un 40%, siendo los asturianos los que más yogur consumen con 22,6 kilos/año por persona, y los que menos los andaluces, catalanes y madrileños con 15,3 kilos/año.
En el último año hemos visto como el vending ha evolucionado y expandido su territorio, ¿serán los productos lácteos su nuevo bastión comercial?