La gestión de un negocio de vending difiere en varias cosas respecto a un negocio de alimentación o servicios tradicional. Cuando hablamos de vending tenemos que entender que el período de tiempo que pasa entre que un producto se agota y el reponedor lo vuelve a colocar en stock es fundamental.
De hecho, existe una relación directa entre ese lapso de tiempo y la rentabilidad de tu negocio. Cuanto menos tiempo pase, más dinero podrás ganar.
El problema del vending es que, debido a la sencillez para su expansión, los puntos de venta suelen ser muchos y el transporte de mercancías no puede seguir el ritmo necesario en muchas ocasiones.
Pero las dificultades del transporte de mercancías no afectan sólo al vending, sino que los gigantes de la distribución online están teniendo muchísimos problemas para conseguir entregar sus paquetes, ya que las compañías de transporte no tienen la infraestructura para responder a ciertos picos de demanda.
Imagina por un momento que tenemos varias máquinas de vending en una universidad y el reponedor tiene que acudir 2 veces a la semana. En época de exámenes, donde los estudiantes prácticamente viven en la biblioteca y pasan incontables noches sin dormir, es imprescindible que el reponedor pueda acudir a diario para que las máquinas no se queden sin stock.
La mejor estrategia comercial para el vending es asegurarnos una ruta fácil de gestionar y con la capacidad necesaria para responder a picos de demanda.
Una buena forma de optimizar nuestra red es agrupar máquinas dentro de un mismo sector o en ubicaciones cercanas. Es mucho mejor tener 50 máquinas en una misma ciudad que tener 70 divididas entre 12 ciudades, ya que los costes operativos serían mucho mayores.
¿Qué te parece nuestra estrategia comercial? ¿Qué sistema utilizas para solucionar cuanto antes las roturas de stock y optimizar las ventas?