En los últimos años hemos visto como el sector del vending ha sufrido una transformación radical que ha implicado elementos como la eficiencia energética, la reducción de desechos, introducción de las interfaces digitales y las pantallas táctiles, la posibilidad de incorporar publicidad 2.0 o incluso mejorar la oferta de stock con máquinas más modernas y con mejores prestaciones.
Habiendo empezado 2018 no queda sino preguntarnos qué cambios faltan por llegar y cómo será el sector del vending dentro de 5 o 10 años.
Por lo pronto sabemos que una de las tendencias más fuertes es la de la alimentación saludable. Cada vez son más las comunidades autónomas que modifican su legislación para reducir la obesidad y mejorar los hábitos de alimentación desde que los niños están en el colegio hasta incluso en las oficinas de trabajo.
Otra de las tendencias en auge es la de la fidelización de clientes a través de descuentos y con promociones personales. El objetivo es atraer a todas las personas que normalmente no compran en una máquina expendedora para que conozcan el servicio y vean que la experiencia de usuario en 2018 es mucho mejor que hace 10 o 20 años.
La mejora de las materias primas y la incorporación de café de alta calidad se está convirtiendo en un estándar en la industria. Cada vez son más las oficinas que piden para sus trabajadores una máquina de vending más moderna, con capacidad de preparar muchos tipos de café y que supla en cierto modo el trabajo de un barista profesional. Ya no basta con un café rápido, la calidad del servicio es cada vez más importante.
Por último, uno de los puntos que no es nuevo pero que sigue desarrollándose es el respeto al medio ambiente y el uso de materiales reciclables. Cada año se intenta reducir el uso de plástico y se están sustituyendo las cápsulas por depósitos más grandes que no generan tantos desechos. Un punto clave para atraer clientes jóvenes que rechazan de forma masiva a las empresas que no están comprometidas con el entorno.