Para algunos la cafeomancia es una corriente esotérica sumamente interesante. Para otros se trata de una divertida y curiosa forma de intentar adivinar el futuro o el estado de algunas personas. En cualquier caso, lo cierto es que esta práctica lleva mucho tiempo entre nosotros y siempre es interesante descubrir en qué consiste.
Qué es la cafeomancia
La cafeomancia consiste en la lectura de los posos del café. Según esta creencia esotérica, los restos de café pueden representar diferentes formas, que simbolizan el estado de ánimo de una persona, sus necesidades o incluso permiten adivinar su futuro.
En la actualidad, la cafeomancia está presente dentro de los diferentes rituales de esoterismo y es practicado de forma constante por muchos creyentes.
Por descontado, también muchos aficionados al café se han interesado por esta práctica, intentando adivinar qué figuras forman los posos del café que se han tomado.
Origen de la cafeomancia
No hay datos fiables sobre el origen real de la cafeomancia. No obstante, se vincula su existencia al descubrimiento del café y, por extensión, a la relación de simbología que durante esta época podía representar cualquier elemento de la vida real.
En muchos casos se considera que la lectura de posos de café tuvo su origen en Oriente Medio, sobre todo de civilizaciones persas y árabes.
De forma popular, la cafeomancia se extendió en Europa a raíz de Francia, a partir del siglo XVII.
Uno de los primeros registros escritos sobre ella data precisamente de esta época, por un ciudadano de Florencia llamado Tomás Tamponelli.
Cómo leer los posos del café
Una de las razones por las que la cafeomancia se extendió tan rápidamente, es que no necesita de grandes artificios para llevarse a cabo. De hecho, leer los posos de café de forma personal y desenfadada no requiere más preparación que conocer el significado de cada símbolo.
No obstante, quienes se consideran expertos en el tema, afirman que es necesario realizar todo un ritual con cada taza de café, incluyendo la creación de un ambiente de concentración y unos utensilios concretos.
Por ejemplo, algunas de las reglas que deberían seguirse es utilizar una taza completamente blanca, pensar en una pregunta mientras se bebe dicho café, volcar la taza una vez terminada de beber para que los posos formen la imagen o interpretarla con el asa de la taza simbolizando las 12 en un reloj. Del mismo modo, también se considera que las partes de la taza de café simbolizan diferentes aspectos de la vida. El borde representa el futuro más lejano, el fondo las relaciones sentimentales y las paredes, el presente.