Renfe valora nuevas estrategias para captar clientes, y se plantea rebajar el precio de los billetes para su nuevo AVE de bajo coste utilizando el vending para seguir prestando el servicio de cafetería.
El proceso no es nuevo y ya está implementado en otros modelos de negocio como el de la aviación, donde las compañías subvencionan el precio de los billetes a través de alimentación, lotería, regalos y sorteos.
Y es que, la situación general de Renfe es conocida por todos. Las aerolíneas lowcost presionando, por un lado, los operadores de autobús por otro, y un público joven que es totalmente ajeno a los viajes en tren en la categoría de alta velocidad (especialmente, por su precio prohibitivo, sólo al alcance de la población trabajadora o de las empresas).
El esfuerzo por atraer a los más jóvenes les ha hecho incluso crear una línea lowcost de alta velocidad llamada “EVA”. Un 25% más barato, con wifi, sin billete físico (se integrarán todos los tipos de billete en uno digital), se identificará a los usuarios con su huella dactilar y se hará uso del nuevo WhatsApp empresa para promocionarse entre sus usuarios.
Gracias al vending veremos cómo el precio de los billetes de AVE se reduce para su línea Lowcost, algo necesario para la compañía ferroviaria si quieren mantener su cuota de pasajeros y frenar el trasvase de usuarios hacia el avión, el autobús o el transporte colaborativo como Bla Bla Car.
Otra de las ventajas del vending frente a las cafeterías tradicionales es que se ahorra espacio y se pueden ofrecer más productos. Los costes operativos se reducen, el horario es más flexible y se evitan problemas con los turnos de los trabajadores o las colas al comprar.
El uso de máquinas expendedoras no es nuevo en la compañía, pero ahora su línea más importante se beneficiará del vending para poder aumentar la competitividad y seguir manteniendo una posición dominante en el sector.