Durante el último año, el consumo de los productos sin gluten ha aumentado un 13% en nuestro país hasta alcanzar una cifra superior a los 80 millones de euros.
La mayor concienciación social sobre la importancia de controlar lo que comemos y el aumento de fabricantes que están ampliando su línea de negocio con productos aptos para intolerantes a esta sustancia ha tenido el efecto de que las máquinas de vending son cada vez más atractivas para las personas que no pueden comer nada con gluten.
El gluten es un conjunto de proteínas de bajo valor nutricional que se encuentran en granos como el trigo, la cebada y el centeno. Al tener deficiencias en varios aminoácidos esenciales no se consideran indispensables para nuestra dieta y si alguien es sensible al gluten puede eliminarlo por completo de su dieta sin tener que buscar un sustituto, como sí pasa cuando alguien no come alimentos ricos en vitamina B12.
Actualmente hay más de 400.000 personas diagnosticadas con celiaquía en España, una patología que mucha gente no tiene diagnosticada y que aumenta en un 15% anual. Los enfermos celíacos no pueden comer ningún alimento con gluten y a diario se enfrentan al reto de no poder ir a restaurantes, comprar una gran cantidad de productos en supermercados o usar máquinas de vending.
Sin embargo, en los últimos años estamos viendo como el sector del vending está modificando el stock de productos que venden para conseguir que las personas intolerantes al gluten puedan comer el mayor número de artículos posibles. Y es que, si unas galletas no contienen gluten pueden ser consumidas por el 100% de la población, mientras que si es al revés cientos de miles de potenciales clientes se quedan fuera del mercado.
¿Sueles comprar habitualmente productos sin gluten? ¿Crees que ofrecer alternativas sin gluten debería ser obligatorio en todos los sectores?