Que el café es una bebida que se ha convertido en una piedra angular en nuestra dieta es una afirmación que no sorprende a nadie. Pero con los datos de hoy vamos más allá, y es que la Federación Española del Café ha confirmado que cada español consume una media de 599 tazas de café al año, lo que equivale a una media diaria de casi 2 tazas al día.
Para sorpresa (y disgusto) del español cafetero más purista, un 85% de las personas que toman café en España le añaden leche con frecuencia. De hecho, entre los más jóvenes las bebidas preferidas con la variación “latte”, “latte machiatto”, “cappucino” y “mocca latte”, tipos de café con leche como uno de sus ingredientes principales.
El café ristretto y espresso siguen siendo los favoritos de los amantes del café más tradicionales, sin embargo, las nuevas generaciones huyen del sabor intenso y se refugian en las nuevas recetas donde prima más una taza grande con café menos intenso. Una tendencia curiosa pero que tiene mucho que ver con el factor de socialización del propio café.
Al convertirse en una herramienta socializadora, a la gente le encanta sentarse en una cafetería durante 2 horas y tomar un café lentamente mientras habla con sus amigos, celebra una reunión de negocios o tiene una cita. ¿Cómo aguantas 1 o 2 horas con un espresso? Porque tampoco es un tipo de café del que puedas tomar 3 en 45 minutos…
La solución natural es la elección de cafés menos intensos, reducidos con leche y con más cantidad de agua, de forma que se sirva en tazas muy grandes que alarguen el tiempo de consumo y favorezca la conversación.