Los días se alargan, sube la temperatura y comienzan a aparecer fotos de la playa en las redes sociales. Se acerca el verano y tu cuerpo se prepara para una de las épocas más esperadas del año. ¿Qué ocurre con el consumo de café?
Tradicionalmente asociamos el café con la imagen de una bebida caliente, que nos reconforta ante un día agotador. Pero su consumo se ha popularizado tanto que nadie quiere renunciar a él aunque haya 35 grados a la sombra.
Café con hielo, café con leche fría, café con helado o mezclado con batido, la imaginación de los baristas no para de crear nuevos conceptos de esta bebida para que podamos seguir disfrutando a lo largo de todo el año.
¿Sabías que incluso existe una receta de Halloween en la que añaden un toque picante al café con jengibre?
El consumo de café ha ido creciendo de forma estable hasta convertirse en la bebida más vendida del mundo sólo detrás del agua. Por lo que no nos extraña que los consumidores demanden nuevas recetas para experimentar con sabores exóticos o poder disfrutar del café durante el verano.
Otro de los motivos por los que el café con hielo, o simplemente muy frío, son muy demandados en verano es para contrarrestar la sensación de pesadez y sopor típica de las horas de más calor del día. Las personas que trabajan al mediodía o tienen turnos partidos suelen sufrir los picos de calor de forma más intensa que el resto, y no pueden permitirse que su rendimiento baje.
Hoy en día prácticamente cualquier cafetería tiene variedades de café para disfrutar en verano, así que si nunca te has atrevido a mezclar helado con el café o no has probado la sensación revitalizante de tomar café con hielo no te lo pienses más.