A pesar de que la iniciativa de Comercio Justo no es nueva y lleva más de 10 años luchando por los derechos de los agricultores, recientemente la Coordinadora Estatal de este programa ha señalado que el vending es un motor de crecimiento para el café de Comercio Justo.
Si en el último informe de hace 3 años se especificaba que los operadores de vending no ofrecían la oferta suficiente a sus clientes, gracias a los avances tecnológicos y a los nuevos modelos de máquinas de vending, ahora es posible que una sola máquina tenga la capacidad de preparar múltiples tipos de café.
Otro de los factores que han hecho crecer la demanda de café con origen de Comercio Justo es la concienciación social. Mientras que un hipermercado vende un paquete de café a un precio 15 veces superior al que pagó en origen por el café, la apuesta de Comercio Justo elimina los intermediarios entre el agricultor y el cliente final, consiguiendo que estos reciban un pago justo por su trabajo y acorde al mercado.
El consumo ético se está generalizando y ya hace años que ha dejado de ser un nicho. No sólo se pide que cada vez se usen menos componentes no reciclables, sino que el origen de cada producto que se vende o las condiciones laborales de toda la cadena e intermediarios es fundamental.
El poder del consumidor es tal, que en la última semana hemos visto como varias cadenas de hipermercados han retirado todos los productos cárnicos de una marca española, tras un documental donde se denuncia el estado de algunas de las granjas de la marca. El boicot comercial se ha convertido en una forma de luchar frente a las injusticias sociales.
Al final de todo, lo que nos queda claro es que los productos biológicos, el comercio justo y el consumo responsable han dejado de considerarse una moda pasajera para establecerse como una forma de vida cada vez más extendida entre la población.