El sector hotelero siempre está en una constante evolución para ampliar sus márgenes, reducir sus costes fijos y para conseguir una eficiencia energética deseada, tanto a nivel moral como a nivel de marketing. La innovación tecnológica que incorporan los nuevos modelos de vending, están haciendo que estas máquinas se conviertan en el mejor amigo de la industria turística.
La situación de España es llamativa porque desde 1990 hemos duplicado el número de plazas hoteleras pasando de 1,8 millones a 3,5 millones en 2017. Una cifra que contrasta con la situación de Francia e Italia, nuestros principales competidores y que han pasado a tener 5,1 y 4,9 millones de plazas respectivamente durante el mismo período (Datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística).
Estas cifras revelan que el parque de hoteles en España es mucho más moderno que la media europea, donde la industria del turismo ya estaba bastante desarrollada en la década de los 80 y los 90. Una situación que se palpa en el sector y que anima a la mayoría de los empresarios a seguir modernizando sus servicios y ponerse a la cabeza del turismo a nivel mundial. España ya ocupa el segundo puesto a nivel mundial en países con turismo receptor, superando a Estados Unidos y sólo por detrás de Francia.
El vending tiene la capacidad de reforzar los servicios de alimentación y bebidas de los hoteles, ampliando el horario de estos, y reduciendo la dependencia de los trabajadores o de tener que disponer de un espacio mayor. Y es que, no todos los hoteles, campings u oficinas tienen el espacio o la capacidad financiera necesaria para tener una cafetería o un restaurante 24 horas.
La automatización de servicios es una realidad que ya lidera la innovación de otros sectores, como el de la gran distribución del comercio. Ahora es el momento para que el sector del vending coja fuerza y siga creciendo y mejorando la oferta de servicios que pone a disposición de los clientes en este tiempo de localizaciones.