En España, cada vez son más las empresas que se esfuerzan en cuidar a sus empleados para mejorar el ambiente de trabajo, la productividad y los lazos entre trabajadores. Según un estudio de uno de los principales productores de café a nivel mundial, 8 de cada 10 trabajadores españoles consumen café en el trabajo.
Las empresas saben que ofrecer café en el trabajo es una forma de que los trabajadores se den cuenta de que son valorados dentro de su trabajo, y por ello cada vez es más común que haya máquinas de vending especializadas en café de calidad.
De hecho, otro de los puntos de este estudio está en el efecto positivo que tiene el disponer de café en la propia oficina sin tener que salir a la calle a buscar una cafetería cercana. Los trabajadores no sólo ahorran tiempo en desplazamientos, sino que también ahorran dinero y tienden a pasar más tiempo juntos (fuera de las tareas laborales) y mejorando las relaciones interpersonales.
Uno de los modelos a seguir es la sociedad sueca, donde la pausa para el café es uno de los motivos por los que este país tiene una alta productividad laboral. Poder hablar de temas personales, debatir ideas o incluso hablar de forma distendida con el jefe sobre un partido de fútbol o una serie de Netflix hace que el nivel de estrés de los trabajadores disminuya y estén más a gusto en su puesto dentro de la empresa.
La desconexión de la rutina es un momento importante y al que, en muchas ocasiones, no le damos el valor que se merece. Y es que, descansar 20 minutos mientras tomamos un café puede ser la solución perfecta para combatir el estrés, el cansancio o para pensar tranquilamente una solución sobre un problema del proyecto que estemos haciendo en ese momento.
¿Cuántas veces hemos escuchado a grandes figuras de la ciencia, la filosofía o el arte decir que la inspiración para sus ideas vino en un momento de calma como una ducha o mientras hacían alguna actividad sencilla como tomar un té o un café?