Métodos de tostado del café
Las personas que disfrutamos con el café recién hecho estamos acostumbrados a molerlo a diario, pero, ¿cuántos de vosotros os habéis atrevido a tostar los granos de café?
– Proceso rápido: Se tarda entre 1 y 3 minutos en completar este proceso de tostado. El proceso rápido se suele aplicar cuando tenemos en nuestras manos un tipo de café más barato y de baja calidad. Su principal ventaja es que se obtiene menos merma al tostar.
– Proceso lento: Al contrario que el proceso rápido, este proceso está orientado a los tostadores artesanos a los que no les importa pasar entre 15 y 20 minutos hasta que consiguen el resultado óptimo. Este tipo de tostado es muy apreciado entre los amantes del café ya que da como resultado un tipo de grano uniforme y bonito a la vista, lo que mejora su aspecto de cara a la venta al público.
Antes de tostar el café hay que eliminar las ramas y piedras que suelen abundar tras su recolección. Es preferible que hagamos un tostado lento, para obtener más sabor, conservar los aromas propios y que el resultado final sea homogéneo. Si se mezclan distintos tipos de café para obtener más cuerpo hay que tener especial cuidado con el porcentaje de café robusta o arábica que se mezcla.
Como indicador, para todos aquellos que queráis intentarlo vosotros mismos, el tostado de café ideal debe cumplir los siguientes requisitos:
1. La temperatura debe estar entre 150 y 225º C, pero nunca debe pasar los 250º C.
2. El tueste natural es el mejor, para ello deberemos esperar entre 10 y 20 minutos a que se terminen de tostar los granos por completo.
No podemos olvidar que el tostado debe hacerse a la menor temperatura posible y con un flujo de aire alto, para que el calor se distribuya de forma uniforme por toda la superficie.
Practicando un tueste más o menos intenso, conseguiremos mejorar la extracción de componentes y modificar la acidez, el cuerpo o el amargor de nuestra bebida favorita.