Os hemos hablado de los mejores tipos de café, de las diferentes formas que hay de prepararlo o incluso os hemos enseñado curiosidades y secretos de la industria de forma regular. Pero hoy vamos a volver a algo básico y a lo que no solemos prestar mucha atención pero que influye de forma directa en la calidad y el sabor de nuestro café: su conservación.
La conservación del café no sólo afecta al tiempo que tenemos para consumirlo, sino que puede modificar el aroma, su acidez e incluso influir en el sabor final. Si quieres aprender a conservar el café de forma profesional vamos a proponerte 4 métodos para conservar café de forma correcta:
1. Almacena los granos enteros: Olvídate del café molido e invierte en un molino (manual o eléctrico) para tener en casa, sólo tardarás unos segundos en preparar el café, pero el resultado final te dejará con la boca abierta. Además, al almacenar los granos enteros alargas la fecha de consumo del propio café.
2. No guardes el café en el congelador: En alguna ocasión os hemos hablado de que cuando hace mucho calor en verano es bueno guardar el café en la nevera para protegerlo de las altas temperaturas. Si es invierno el frigorífico no hace falta.
3. Busca un lugar seco: El exceso de humedad puede comprometer el sabor del café e incluso favorecer la aparición de hongos y bacterias. Almacena tu café en un lugar seco donde las fluctuaciones de la temperatura no se conviertan en un problema.
4. Utiliza un recipiente opaco y sellado: Otro de los factores que afectan a la calidad del café es el exceso de luz y el aire. Un recipiente que no deje pasar la luz y que se pueda sellar para que el aire no entre es la mejor opción frente a los tarros de cristal, plástico, cerámica o bolsas tradicionales.