8 noviembre, 2016

Café: Más vale solo que mal acompañado

¿Nunca os habéis preguntado por qué hay personas que disfrutan de la soledad? Hoy vamos a intentar explorar el terreno de las relaciones sociales, la soledad y como el café se ha convertido en un factor clave del bienestar personal.


Lo primero de todo, debemos saber diferenciar entre disfrutar de la soledad y la sensación de sentirnos solos. No es lo mismo una persona que disfruta tomando un café por la mañana mientras se relaja o medita, que sufrir las consecuencias de la soledad no deseada.

El mejor consejo que se le puede dar a cualquier persona que tenga un problema personal de pareja, familiar o amigos, es que dediquen un rato cada día a sí mismos. Olvidarse de hacer felices a los demás y regalarnos un momento de tranquilidad, un simple café mientras escuchamos música o miramos el amanecer en la ventana de la cocina.

Todos los profesionales que trabajan en medicina y tratan problemas de salud emocional, recomiendan dedicarse al menos 30 minutos al día a uno mismo. Media hora donde no caben tareas, discusiones o problemas, sino que se deben sustituir por una taza de café, un disco de música, un libro o la meditación. Y es que, la sociedad está aprendiendo que el estrés y las relaciones forzadas no son buenas para la salud física ni emocional.

Una de las mejores actividades que podemos hacer es la meditación. Meditar mientras tomamos un café reduce el estrés a corto plazo, nos ayuda a descubrir nuestras necesidades reales y nos da tiempo para preguntarnos qué es lo que realmente queremos en nuestra vida.

El ritmo de vida acelerado que nos exige la sociedad está haciendo que muchas personas tengan problemas con sus relaciones, estrés en el trabajo y problemas de salud. La única forma de mejorar es frenar un poco, regalarnos un rato al día con un café y, por un momento, ser felices ignorando los problemas que nos rodean.

Aprendiendo a estar a gusto con uno mismo ganaremos seguridad, confianza, mejorará nuestra autoestima y seremos capaces de hacerle frente a problemas personales con nuestra pareja o amigos. Como bien dice el refrán: Más vale solo que mal acompañado.

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