20 enero, 2017

4 trucos para mantener fresco el café

Si hay algo que nos encanta a las personas es difundir consejos sobre esto o lo otro entre conocidos y amigos. Ya sean recetas de comida, remedios para mejorar la salud o trucos domésticos, lo cierto es que cuando hablamos de café vivimos rodeados de un bombardeo de información constante.

A continuación vamos a elaborar una pequeña lista con 4 trucos para mantener fresco el café. Por suerte, estos consejos no son de la vecina del tercero, sino que están comprobados científicamente:

1. El frío es el mejor amigo del café: Tal como el título de este post indica, conservar el café en la nevera o en un lugar muy fresco es una de las mejores formas para conservar el aroma y la frescura de este. Cuando hace demasiado calor se acelera la oxidación del café, perdiendo el aroma y sus propiedades organolépticas.

2. Compra un molino: Si quieres disfrutar del café de calidad olvida el que venden en el supermercado y comienza a moler tus propios granos. La experiencia de preparar café recién molido cambia por completo y, además, se mantiene mejor que el café molido de tienda que lleva en ese estado meses antes de que lo consumamos.

3. Compra un bote hermético: Otra de las claves para que se conserve la frescura está en sellar de forma hermética el paquete que contiene el café. El oxígeno actúa como con la carne o la fruta, oxidando el café y acelerando su fecha de caducidad.

Por suerte, en el mercado existen numerosos botes herméticos a bajo precio. O como último recurso, se puede sellar con papel albal, que es barato y muy sencillo de usar.

4. Controla el tueste: Este último truco es sólo para consumidores profesionales y muy sibaritas. Lo cierto es que, si bien el café en grano tostado se mantiene mejor que en polvo, lo que mejor aguantan son los granos de café verdes, naturales y sin tostar. Pero, ¿quién guarda de eso en casa? Este último truco sólo es útil si vamos a pasar mucho tiempo sin acceso a café de calidad, por lo que nos interesa almacenar el grano e ir tostándolo periódicamente en nuestra casa.