Hablar de productos ecológicos casi parece una moda en nuestro país. Pero lo cierto es que somos uno de los productores más importantes a nivel mundial, destinando casi 2 millones de hectáreas a zonas de cultivo ecológico.
Existe una creencia generalizada de que no hay mucha demanda de este tipo de productos en España, pero el mayor problema es que el sistema de distribución evoluciona de forma muy lenta.
Han tenido que pasar más de 5 años desde el boom publicitario de los productos sin gluten para que se oferten estos productos en los restaurantes y a las cadenas de supermercados más pequeñas. ¿Cuánto tendremos que esperar para poder comer productos ecológicos en todas partes?
Uno de los sectores que más están ayudando a la alimentación ecológica es el vending. Y es que las máquinas de vending actuales tienen una gama de modelos con prestaciones específicas para todo tipo de artículos.
Otro de los factores que hacen que el vending sea perfecto como cadena de distribución de alimentos ecológicos es que se puede controlar el stock de productos de forma remota a través de los sistemas de telemetría, por lo que es muy sencillo para las empresas saber cuando tienen que reponer el stock porque se ha gastado o por caducidad.
El canal de distribución del vending permite aumentar la venta de este tipo de productos que ya suponen un 30% del total en Alemania, un 18% en Francia y casi un 10% en Reino Unido.
La red de vending está disponible en espacios públicos, estaciones de tren o autobús bus, aeropuertos, bibliotecas, universidades, hospitales, restaurantes y hoteles, o incluso supermercados 24h. ¿Por qué no usar su potencial para mejorar la oferta gastronómica que tan buena fama ha dado a España?
Sólo en Alemania el mercado ecológico genera unas ventas de aproximadamente 8.000 millones de euros anuales. Es una buena forma de ganar más dinero y acercarse a un tipo de cliente con un gusto más selecto.