Nos llegan nuevas noticias sobre la relación entre nuestra percepción del sabor del café y nuestra predisposición genética. Un estudio publicado en Scientific Reports, una de las revistas científicas más prestigiosas del mundo, ha concluido que hay ciertos genes que nos hacen disfrutar más del café que a otras personas.
Este estudio realizado en Australia, Gales, Inglaterra, Escocia tomó muestras de 1.757 participantes australianos y utilizó los datos de más de 500.000 personas de Reino Unido para aislar genes receptores del gusto y ver su impacto en nuestra dieta y preferencias de alimentación.
Tras ver cómo influyen nuestros genes en la percepción de los sabores amargos como el café, se contrastaron los resultados con un amplio test donde se le preguntó a todo el mundo sus costumbres de consumo y su preferencia personal sobre bebidas como el alcohol, el té o el café.
Los resultados fueron más que concluyentes porque se determinó que las personas que tienen genes que les permiten saborear mejor la cafeína y los sabores amargos tienen una tendencia un 20% superior a ser consumidores de café. Del mismo modo, se concluyó que los consumidores habituales de café suelen tomar una media de 3 a 4 tazas al día.
Este tipo de investigaciones son muy interesantes porque se lleva tiempo demostrando que el organismo humano es más inteligente de lo que pensamos. Y del mismo modo que sentimos sed cuando estamos deshidratados o en invierno nos apetece comida más calórica para afrontar el frío, nuestros genes tienen una gran cantidad de información sobre el tipo de alimentación que deberíamos llevar cada uno de forma individual según nuestras circunstancias.