Cada vez son más los gobiernos que están congelando impuestos y medidas para priorizar la agenda contra los efectos negativos del covid-19 en la economÃa. Uno de ellos es el posible atraso del impuesto a los alimentos azucarados y al plástico hasta 2021. La Unión Europea ha declarado la guerra a la obesidad y a la producción descontrolada de residuos derivados del plástico. Y pocas medidas hay más efectivas que aplicar una tasa especial para gravar este tipo de alimentos o los productos que usan plástico desechable que no se puede reciclar.
Este retraso supone un alivio para el sector de la alimentación que contará con más tiempo del esperado para hacer la transición y buscar alternativas a este tipo de productos. Y es que, un impuesto a los alimentos ricos en azúcar o al plástico no reciclable generarÃa más de un dolor de cabeza a todos los operadores de vending, cafeterÃas, restaurantes y tiendas de alimentación que trabajan con ellos y que verÃan sus ventas reducidas.
Se espera que la cuantÃa media sea de 1 euro por cada kilo de plástico y de 10 euros por hectolitro de bebida azucarada. Una cantidad que parece pequeña para un particular pero que supone un gran esfuerzo para los negocios que mueven un volumen importante de estos productos.
¿Crees que el aplazamiento de la entrada en vigor del impuesto a las bebidas azucaradas es correcto o crees que la lucha contra la obesidad no deberÃa frenarse incluso en las circustancias actuales? Cuéntanos tu opinión sobre el tema y las alternativas que te parecen más adecuadas.