Dentro de muy poco se celebrará una cumbre contra la pobreza de la mano de Bayer y la ONU con el objetivo de reducir la desigualdad y lograr el reto de “Hambre Cero” en el mundo. Irene Rodríguez, una estudiante de Biotecnología de la Universidad Politécnica de Valencia, ha presentado un proyecto para reducir la desigualdad con el vending que ha llamado la atención de todo el mundo.
Este proyecto ha sido seleccionado entre más de 2.800 candidaturas y tiene un funcionamiento que ha gustado mucho por su sencillez y su capacidad de llegar a las áreas más complicadas. La premisa de este proyecto es la distribución de alimentos a través de máquinas de vending para personas en riesgo de exclusión. Funcionarían con una tarjeta identificativa y, de este modo, se evitaría que todas las familias que no acuden a los comedores sociales por vergüenza puedan mantener una alimentación adecuada.
Estas máquinas de vending no tendrían distintivos llamativos y ayudarían a las personas que sufren por estar sin trabajo a conseguir alimentos y productos de primera necesidad de forma rápida y anónima. Y es que, principalmente en las ciudades pequeñas hay muchas familias que pasan necesidades porque no quieren que nadie de su alrededor se entere de su situación económica.
Las máquinas de vending podrían volver a rellenarse con productos de los almacenes de alimentos sociales, con comida donada por los vecinos, y ayudarían a reducir la desigualdad en el acceso a alimentos, mientras que para el resto de las personas sería una buena forma de ser solidarios.
Por ahora tendremos que esperar a noviembre para saber si la propuesta de Irene es una de las ganadoras, pero desde luego deja claro que los más jóvenes son clave para que el sector del vending siga evolucionando y ayudando a que avancemos como sociedad hacia un futuro inclusivo e igualitario.