Uno de los titulares más importantes de los últimos días es la decisión de la Administración de Trump, el nuevo presidente de Estados Unidos, de rechazar por completo el nuevo Tratado de libre comercio que se iba a firmar con Europa, Japón, Chile, Colombia, Australia y algunos países asiáticos como Tailandia.
¿Cómo afecta esto a las exportaciones de café a Norteamérica? ¿Es motivo para alarmarnos?
Lo cierto es que, pese a que algunos proveedores verán como sus envíos a Estados Unidos descienden por culpa de los nuevos aranceles previstos, la gran mayoría de la producción será absorbida por otros países.
Esta restricción también tendrá su lado positivo, ya que el resto de países del Tratado verán como aumenta su competitividad interna y la demanda de países vecinos. Además, si hay algo que caracteriza a esta bebida es que, desde hace más de 30 años, el café es el líquido más comerciado del mundo, sólo detrás del petróleo.
La influencia de la industria cafetera es tan fuerte, que las relaciones comerciales entre socios se mantendrán fuertes en su mayoría, con o sin Tratado.
El volumen de las exportaciones de café sube, pero bajan los ingresos
No obstante y, pese a las buenas expectativas comerciales a nivel mundial, los ingresos totales de las exportaciones de café han bajado casi un 2% durante el último año.
Por suerte, la nueva generación de jóvenes consume más café y más temprano que sus padres, por lo que las previsiones a corto plazo de la industria del café son muy positivas.
La fortaleza del sector del café responde sencillamente a una tradición cultural arraigada en la mayoría de países occidentales, hasta el punto que incluso durante la crisis económica de los últimos años el sector ha experimentado un crecimiento sostenido.