El consumo consciente está transformando poco a poco numerosos sectores que aceleran la transición hacia un modelo productivo más “verde” para no perder el apoyo de los consumidores. En pleno 2022 somos muy conscientes del impacto que causa nuestro estilo de vida y, sin dejar de consumir porque no es viable, estamos adaptando de forma constante nuestros hábitos de consumo para comprar con criterio ambiental y social.
Los hábitos de consumo consciente se encuentran en pequeños gestos como el uso de vasos de papel reciclable en vez de plástico, la eliminación de las pajitas, disponer de máquinas de vending saludable en los espacios de trabajo para evitar los desplazamientos a la hora de la comida, usar bolsas de tela o simplemente reducir los residuos generados comprando alimentos con menos envases.
En el mundo del café vemos como el sector de las cápsulas de café no deja de generar polémica, hasta el punto de que tras el veto de ciertas ciudades, los propios fabricantes han lanzado iniciativas de reciclaje con puntos de recogida de residuos y programas de ayuda al medio ambiente. Es un claro ejemplo de consumo consciente: El consumidor y la Administración fuerzan un cambio necesario y las empresas responden.
Cuidar el medio ambiente, reducir los residuos generados y bajar el consumo eléctrico son metas que llegan a todas las esferas del consumo. En muchas ocasiones os hemos hablado como las nuevas máquinas de vending tienen un consumo energético menor o de como se han aprovechado los avances en la tecnología de refrigeración para que una sola máquina pueda almacenar dos tipos de productos a diferentes temperaturas sin tener que recurrir a más máquinas en un mismo sitio.
Hablar del consumo consciente es un debate a largo plazo que nos encantaría compartir con vosotros, así que estad atentos cada semana porque volveremos a hablar de las formas de consumo consciente y su impacto en el vending y la industria del café.