Uno de los errores más extendidos es que la cafeína hace que vayamos con mayor frecuencia al baño, pero lo cierto es que la cafeína tiene un efecto deshidratante, solidifica las deposiciones y su efecto astringente hace lo contrario de lo que pensamos. El aumento del tránsito intestinal es el resultado de una alteración en la flora intestinal y en la mayor contracción de los músculos que provoca el café.
El estudio “Impact of coffee consumption on the gut microbiota” publicado en Science Direct señala como el consumo moderado de café tiene un impacto en la población de bacterias del tránsito intestinal, haciendo que la “bifidobacterium spp.” acelere su actividad metabólica.
Uno de los datos que más han llamado la atención es que no se observan diferencias entra las personas que han tomado café con o sin cafeína, en ambos casos el resultado era el mismo, por lo que se concluye que la cafeína no es uno de los factores clave de esta alteración como hasta ahora se venía afirmando.
Este estudio también señala que, si bien es cierto que el café modifica la actividad normal de algunas bacterias, su efecto no tiene mayor impacto en el microbiota dominante y no se puede considerar en ningún modo como una bebida que tenga un impacto negativo para nuestro organismo.
Resulta fascinante ver como después de tantos estudios todavía nos queda mucho por conocer del café y su efecto en nuestro organismo. Cada día que pasa nos queda más claro que el café es una bebida fascinante con numerosas propiedades beneficiosas para nuestra salud y que está pasando de ser popular por su aroma y su sabor a tener un matiz positivo para la salud.